Casa da Talha

Este alojamiento de Tradicampo fue construido originalmente para albergar una historia de amor. Por eso, la reconstrucción de esta casa de las décadas de los 30/40 se llevó a cabo con gran pasión. Sus muros de piedra y su estructura tradicional, y el encanto de las lamas de madera que rodean un jardín de invierno fresco y luminoso se conjugaron en armonía. Desde aquí puedes ver el océano y dejar que tu imaginación zarpe sin destino.

Las comidas caseras cocinadas en horno de leña calman los deseos más exigentes. El crepitar del fuego nos cuenta historias que se perdieron en el tiempo. En el jardín se puede contemplar la exuberante vegetación de la isla de São Miguel y si prestas atención puedes escuchar la naturaleza llamándote. Enamórate de este pedazo de paraíso.